¿Qué hicimos?
El proyecto y la dirección de las correspondientes obras destinadas a implantar, en un local comercial de 50 m2, 8 trasteros. La intervención se realiza en el madrileño barrio de la Arganzuela, y el edificio que la acoge se construyó a principios de los años 80 del pasado siglo.
Fecha/Estado
2014/Finalizado
Cliente
Particular
Sobre el proyecto
Los clientes contactaron con nosotros para consultarnos sobre la mejor manera de obtener rentabilidad de su local comercial. Durante su vida laboral, el local había sido utilizado como oficina-almacén de una empresa familiar de redes informáticas. Ahora, una vez jubilados los socios, el local debería seguir generando ingresos.
Como primera opción se estudia la posibilidad de transformar el local en un apartamento de un dormitorio, pero los costes derivados de la obra, y las expectativas de venta, aconsejaron decantarse por otra estrategia.
Finalmente, y tras detectar una importante demanda de trasteros en la comunidad, se redacta un proyecto definiendo 8 mini almacenes con características muy similares en lo relativo a superficie y geometría. Se cuida el pasillo común, alicatándolo en un color rojo intenso hasta dos metros de altura y disponiendo unas embocaduras de chapa en las puertas de cada trastero que dignifican cada entrada y protegen las zonas susceptibles de ser golpeadas.
La fachada se resuelve en ladrillo caravista, igual al existente en el resto del edificio, y cerrajería en acero pintado en gris oscuro. Se cuida la composición, de manera que el local queda absolutamente integrado.
La inversión realizada (coste de obra, proyecto y licencias municipales) se ha visto sobradamente compensada, ya que los trasteros han sido vendidos con la rapidez esperada.