Vivienda en Moralzarzal

El esquema de la vivienda es claro. La tipología permitida por el planeamiento era pareada y los propietarios tenían acceso a varias parcelas. La intención era dejar un patio interior, nada habitual en viviendas pareadas, para que cuando se construyese la vivienda contigua, que por fuerza habría de ser simétrica, el patio interior de 4×3 m doblaría una de las dimensiones. Los patios son una de las herramientas clave de la arquitectura que defendemos. Permiten ventilación cruzada en todas las estancias, ilumina zonas de distribución, propician visuales largas y sugerentes en el interior de la vivienda, etc.

En el exterior, la vivienda presenta cierta bipolaridad; al norte varios huecos pequeños que buscan intencionadamente las vistas y protegen la intimidad frente a los futuros vecinos.  Al sur, un alzado rotundo con huecos grandes que corresponden a las estancias principales de la vivienda. Esta dualidad se remarca, incluso, en el aparejo de ladrillo caravista utilizado en cada una de las zonas.

El proceso de la obra tuvo más complejidad que el del proyecto, pero consideramos que la vivienda es amable, intensa, llena de buenas intenciones y en definitiva hemos construido un edificio digno.

¿Qué hicimos?

Nuestro equipo ha trabajado trabajado duro en este proyecto utilizando la tecnología de WordPress y los mejores estándares de anticipación para traer lo mejor en calidad.

Fecha/Estado

2011/finalizado

Cliente

Particular

Sobre el proyecto

Cada proyecto tiene sus particularidades que lo hacen diferente del resto de trabajos. En este caso, el carácter singular venía dado por el emplazamiento y por el cliente.

La parcela sobre la que se debía ubicar la vivienda unifamiliar pertenece a una zona urbanizada a las afueras del pueblo. El correspondiente plan parcial había previsto unas 400 viviendas de las que, en el momento de redactar el proyecto, solo habían sido levantadas 4. Así, el entorno era una red de viales, aceras y un bosque de farolas con un tímido arbolado. Eso sí, las vistas hacía el norte son excelentes, la sierra de Madrid. Situado al sur, hay un centro escolar con un tamaño notable, resuelto con cubierta de zinc y ladrillo caravista en la fachada.

La relación con el cliente se planteaba a priori especial, ya que se trata de un matrimonio joven que reside en el extranjero. También era singular el hecho de que tienen relación familiar con el estudio.

La fase del proyecto fue, sin duda, una de las mejores que hemos experimentado: unos clientes inteligentes, sensibles, dispuestos a escuchar y con unos referentes estéticos compatibles con los de los proyectistas.

El hecho de que la ideación se desarrollase a distancia no fue un hándicap, sino todo lo contrario. El tipo de relación profesional se basó en el correo electrónico; las propuestas (imágenes de maquetas de trabajo, croquis, planos, correcciones, enlaces a otras webs…) se cruzaron en ambos sentidos. Esto obligó a fijar por escrito opiniones y comentarios, con el esfuerzo intelectual de  decantación de ideas que eso supone; las respuestas y las propuestas alternativas no eran inmediatas, lo que hubiese supuesto menos reflexión, sino que pasaban días hasta la formalización de las mismas.

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